Sant Jordi (San Jorge) es una de las tradiciones más queridas y visualmente poéticas de Cataluña. Para quienes no la conozcan, la celebración tiene su origen en la leyenda de San Jorge y el dragón: un valiente caballero rescata a una princesa que iba a ser sacrificada a un temible dragón. Tras matar a la bestia, se dice que de su sangre brotó una rosa roja.
Este relato dio origen a una hermosa tradición en Cataluña: el 23 de abril, conocido en otros lugares como el Día Mundial del Libro. Los barceloneses intercambian rosas y libros con sus parejas, amigos y familiares. Las calles de Barcelona se llenan de vida con puestos de flores, librerías y largas colas de lectores deseosos de conocer a sus autores favoritos. La ciudad entera se convierte en un vibrante homenaje al amor, la literatura y la belleza.
Para conmemorar este día tan especial en nuestra ciudad, hemos seleccionado 3 obras de arte de nuestra colección que evocan el espíritu de Sant Jordi.
Retrato de una dama con una rosa - Al estilo de Manet
Este delicado cuadro , ya disponible en Modern Decorative, nos invita a un momento íntimo de reflexión. Una joven, absorta en sus pensamientos, se apoya en una superficie, con la mano suavemente apoyada en la mejilla, y entre sus dedos enguantados, una sola rosa. Como la icónica rosa de Sant Jordi, la suya habla sin palabras.
En la cultura catalana, la rosa no es solo un regalo. Es un gesto de cariño, un símbolo de conexión: a veces romántica, a veces nostálgica, a veces agridulce. Y aquí, en este sereno retrato, percibimos esa misma gama de emociones. Inspirada en el Brandy de ciruelas de Manet, esta obra evoca una época en la que los retratos capturaban no solo rostros, sino mundos interiores enteros.
La paleta suave y apagada, la mirada ligeramente baja, la pincelada que parece vibrar con quietud: todo ello confiere a esta pintura un encanto sutil y poético. Hay belleza en su quietud, en la forma en que su presencia sugiere una historia no contada, sino sentida.
Rosendo González Carbonell - Naturaleza muerta con rosas
Si hay un gesto que nunca pasa de moda —ni en Sant Jordi ni en ningún otro día— es regalar un ramo de rosas. ¿Pero qué pasaría si ese ramo pudiera durar para siempre?
El pintor catalán Rosendo González Carbonell (1910-1984) ofrece precisamente eso con su delicado bodegón con rosas , una composición tierna e intemporal. Formado en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, González Carbonell se dio a conocer por su refinada sensibilidad y su luminosa paleta, labrándose un lugar en la pintura catalana del siglo XX que aunaba la técnica clásica con una serena profundidad emocional.
En esta obra, un sencillo jarrón contiene un puñado de rosas de distintos tonos, dispuestas con una elegancia natural. La suave iluminación baña los pétalos con calidez, mientras que los tonos —rojos, blancos y rosas suaves— evocan el amor y la serena belleza de la vida cotidiana.
Rosas de Josep FERRE REVASCALL
A veces, los gestos más poderosos son los más sencillos. En el bodegón de Josep Ferré Revascall , dos rosas bastan para decir muchísimo.
Ferré Revascall (n. 1923) fue un pintor catalán conocido por sus composiciones sutiles y su contención casi meditativa. Maestro del detalle íntimo, su obra invita a la observación silenciosa, y en estas dos piezas, sus flores no gritan; susurran .
En Rosas Amarillas , encontramos dos flores representadas con una luminosidad delicada. En el lenguaje de las flores, las rosas amarillas suelen simbolizar la amistad, la alegría y los nuevos comienzos , pero también, en ciertas tradiciones, una compleja mezcla de recuerdo y distancia . Es una imagen que transmite una sensación de apertura y contemplación.
En Estudio de una rosa , Ferré Revascall centra su atención en dos rosas de un rojo intenso, símbolos de amor, pasión y devoción . Pero en sus manos, incluso estas flores tan llamativas se sienten serenas, tiernas y contenidas. El mensaje es claro, pero nunca estridente.
Hay algo profundamente puro en estas obras. Sin composiciones elaboradas, sin desorden, solo un enfoque sutil en lo esencial. Un par de flores. Un rayo de luz. Un instante que perdura.